martes, 14 de septiembre de 2010

Fieras argentinas


La selección femenina argentina de hockey superó 3-1 a Holanda en la final y se consagró campeona del campeonato mundial disputado en Rosario.







Nuevamente Las Leonas en lo más alto del podio mundial. Nuevamente con otro título, nuevamente tuvieron en Aymar a la mejor jugadora del torneo. Nuevamente están en la boca de todo el mundo. Nuevamente ganaron, con sacrificio, con amor, con determinación, con táctica, con técnica, con humildad, siempre discretas y sin quejarse.

Junto con la generación de básquet, Las Leonas son una “Generación Dorada”. Un grupo de amigas que hace tiempo juegan juntos. Un grupo de guerreras. De chicas que dejan bien parada la selección nacional, pero sobre todo dejan bien parada a la Argentina en todo el mundo. Con mucho esfuerzo, con gran paciencia, estas mujeres llegaron a lo máximo del hockey mundial para quedarse.

El Mundial fue en Rosario, Argentina. País de las fieras. Lugar donde día a día, fecha a fecha iban comiendo y destrozando a sus rivales sin dejarlas con vida, superando a todos los rivales de manera contundente y categóricamente.

Fueron superando rivales fáciles como Sudáfrica o una disminuida España y rivales más importantes como Inglaterra o China.

Ya en la parte importante, en las semifinales, la Argentina superó claramente a su par alemán, con autoridad y con jerarquía, con una Aymar inspirada.

En la instancia máxima se enfrentó a Holanda, en lo que ya se convirtió en un clásico. Desde el comienzo Argentina se llevó por delante al equipo europeo. El conjunto del “Chapa” Retegui salió en búsqueda de la victoria y del título. La ventaja llegó rápidamente, en diez minutos, las sudamericanas ya estaban ganando dos a cero y controlando la bocha. Holanda nada pudo hacer, Argentina era una tromba.

Poco a poco el conjunto naranja empezó a salir y a proponerles juego a las argentinas. Pero el ritmo y la bocha estaban del lado sudamericano.

En la segunda parte, con otro gol argentino la diferencia de tres goles se le hizo cuesta arriba y muy difícil al equipo holandés. Solo convirtió el gol del “honor”.

Terminó el encuentro y la felicidad desbordó a las jugadoras, al cuerpo técnico y a las 15.000 almas que alentaron con todo el corazón a sus amadas chicas.

Una nueva copa, un nuevo título para estas mujeres que año a año, torneo a torneo demuestran que siguen vigentes. Dejan todo en el rectángulo de juego y nunca se dan por vencidas. Son un ejemplo para los jóvenes y para una sociedad que encuentra en el hockey y el básquet una forma de sentirse orgullosos. Porque Las Leonas son un orgullo, un orgullo nacional. Gracias, fieras.

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