viernes, 2 de julio de 2010

Con garra se Ghana


Uruguay derrotó por penales a la selección de Ghana y se clasificó a las semifinales del Mundial después de 40 años. Ahora, enfrentará a Holanda.

Los años terminados en cero le sienta bien a la selección uruguaya. En 1930 se consagró campeona de la primera copa del mundo. Veinte años más tarde, es decir 1950, logró levantar otra vez el título mundial al superar al local Brasil en el tan conocido y recordado Maracanázo. En el 70 llegó por última vez a una semifinal mundial, terminando cuarta en ese año. Hoy, 1 de julio de 2010 llegó a una nueva semifinal, ahora enfrentará a su para holandés para ver quién llega a la final.

Se llama suerte a la creencia en una organización de los sucesos afortunados y desafortunados. Es una forma de superstición interpretada de forma diferente por individuos diferentes. Quizá esa suerte fue la que tuvo Uruguay en el último minuto del tiempo suplementario. Cuando el disparo de Asamoah Gyan, figura y goleador ghanés, impactó en el travesaño y salió por arriba. Quizá esa misma suerte fue la que hizo que en el equipo charrúa haya un jugador como Sebastían Washington Abreu. Quién una vez terminado el partido tranquilizó a sus compañeros y les hacía gestos para que bajen las pulsaciones y que respiren hondo. Pero que también paralizó el corazón de compañeros, cuerpo técnico e hinchas al hacer una de sus ya acostumbradas “locuras”.

Porque el ex San Lorenzo, River, Real Sociedad, entre otros, definió con clase el último penal. El que muchos dicen que es decisivo. Nunca se puso nervioso, jamás le tembló el pulso, o la pierna, para definir picándola. De cucharita. Uno gol típico de papy fútbol y un gol marca registrada del “Loco”, nunca mejor puesto ese sobrenombre.

Es cierto que en el trámite del encuentro el conjunto rioplatense fue menor. Porque se encontró a un equipo africano que quería seguir haciendo historia. Quería ser el primer equipo “negro” en llegar a una semifinal.



La superioridad ghanesa fue tremenda. Desde el comienzo Uruguay se vio avasallado por un equipo que trató de ser lo más ofensivo. Fue así que el primer gol no tardaría en caer. Un remate de media distancia, de Muntari, derrotó al arquero Muslera quien se sorprendió y no tuvo los reflejos para despejar el remate. A partir de ahí el tramite siguió siendo a favor de los africanos. Pero otra sería la actitud de los sudamericanos en la segunda parte.

Uruguay salió en busca del empate. Con esa garra, con esa entrega que lo caracteriza. Ghana, parecía que estaba perdido, quizá por el hecho de estar arriba en el marcador provocó que se relajaran un poco y dejaran acercar a los uruguayos.
Conociendo la historia de los dirigidos por Tabárez, nunca se los debe dar por muertos. Siempre sacan un conejo de la galera. En este caso, una bruja apareció para salvar a los celestes. Forlán clavó el empate con un buen tiro libre.

A partir de ahí el partido se puso parejo. Los dos tuvieron las chances para llevarse la victoria. Sobre el final del encuentro y durante casi todo el tiempo suplementario, fue el equipo africano el que estuvo más cerca de la victoria. Los goles hay que convertirlos, dice una vieja premisa en el fútbol. Después lo podes pagar caro.

Nadie iba suponer que sobre el final de tiempo complementario una pelota iba a poner al borde de la eliminación al conjunto charrúa. La reacción valedera y de último recurso de Suárez, sacó el gol con las dos manos, hizo que Uruguay se quede con un hombre menos y con un penal en contra a falta de un minuto. Pero la suerte, le hizo un guiño. Muslera besó, agradeció, rezó, al travesaño. El que les permitió seguir con vida en el mundial. Gyan trató de asegurar el remate disparando fuerte y al medio. Lo cierto es que le pegó desde muy abajo a la pelota y esta impactó en el larguero y salió.

Luego si, la tanda de penaltis. Para un partido así, la tanda de penaltis es injusta. En un encuentro donde ambos quisieron ganar, y salieron a seguir en pelea, que la clasificación se defina desde los doce pasos, es no más que injusta.
Ambas selecciones convirtieron los dos primeros penales. Luego le tocó el turno a Andrés Scotti, quien con un tiro raso y fuerte superó al arquero Kingson. El capitán ghanés, Mensah, disparó muy suave y poco esquinado y el arquero uruguayo acertó el lugar y tapo el remate. Todo hacía prever que si Maxi Pereyra acertaba todo estaba dicho. Pero esto no fue así, el charrúa le pego fuerte y alto y la pelota pasó a dos metros del arco. El portero celeste se convirtió nuevamente en héroe cuando retuvo el remate de Adiyiah. El marcador quedaba 3-2 a favor de Uruguay. Si Abreu convertía pasaban a las semifinales.

El final de esta novela todos la sabemos. Abreu, inteligente, pícaro, con esa clase que lo caracteriza, picó la pelota y salió festejando.

Atrás quedó la expulsión y la cuasi eliminación en el último minuto.

Otra vez, el año termina en cero y Uruguay está haciendo historia.

Ahora enfrentará a Holanda para seguir con la ilusión de sus jugadores y su hinchada. Con el juego, la garra, corazón y la suerte de su lado. Todo puede pasar.

1 comentario:

  1. aplaudan aplaudan no dejen de aplaudir los goles de el locoooo q ya van a venirr

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