miércoles, 28 de julio de 2010

Una de cal y una de arena



La selección Argentina perdió en el debut del Sudamericano ante Venezuela por 75-72 y al otro día superó claramente a su par de Ecuador por 107-43.






El conjunto albiceleste jamás obtuvo de forma consecutiva el Sudamericano. Es por eso que llegó a Neiva, Colombia, con la idea de hacer un poco de historia. Es verdad que el conjunto argentino fue con un equipo “C”, ya que no fueron las figuras resonantes, ni tampoco los grandes jugadores de la liga local, solo algunos como Román Gonzales. Esto permite ver a otros jugadores y poder darle la oportunidad de jugar en la mayor e incluso, si alguno hace un muy buen torneo, jugar el Mundial.

En el primer partido, enfrentó a Venezuela. Equipo que días atrás le ganó en la final del cuadrangular disputado en Venezuela. Por eso el conjunto albiceleste buscó la revancha en el comienzo del torneo. Pero lejos estuvo de conseguirla.

Un gran ataque venezolano y una floja defensiva argentina ocasionaron que el partido sea rápido y dinámico. La vinotinto impuso su juego de pocas posesiones y ataques rápidos. Mientras que Argentina no hizo pie en ninguna parte del encuentro. Siempre estuvo por debajo del rival y nunca pudo estar al frente en el marcador desde el 19-18 con el que cerró el primer cuarto.

Si el partido terminó tan cerrado fue por la poca experiencia venezolana de “enfriar” el encuentro y el coraje de los argentinos. Con más corazón que juego y con un Mainoldi encendido (convirtió 3 triples en el último cuarto), la selección comandada por Nicolás Casalánguida puso en duda la victoria de Venezuela. Pero al final, el que jugó mejor durante todo el encuentro fue el que se llevó la victoria.


Sin tiempo para pensar en la derrota, la selección enfrentó a Ecuador al día siguiente. Fue clara la victoria Argentina. Se notó la diferencia entre ambos equipos. Un equipo que tiene una institución fuerte, una liga fuerte y jugadores de gran calidad, contra un conjunto donde parecía que se habían juntado amigos para representar a Ecuador.


El conjunto albiceleste no demostró su gran poderío ni su buena defesa y eso le alcanzó para llevarse un encuentro con una diferencia de 64 puntos. Con un buen juego desde la pintura en el primer cuarto y la gran fescura y movilidad que se vio en el segundo sentenciaron el encuentro.

Los dos últimos cuartos estuvieron de más. Con la amplia ventaja, el partido no tuvo detenciones ni faltas. Y así el conjunto argentino superó fácilmente a un rival muy débil.

Ahora deberán enfrentar, esta noche, a Colombia y superarlos para poder pasar a las semifinales del Sudamericano.

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